jueves, 29 de octubre de 2015

Fin de los trabajos en la Fuente del Cárabo

En vista de que la cueva ya estaba topografiada casi en su totalidad a falta de descender un pozo y desobstruir una gatera, decidimos terminar el trabajo y resolver las incógnitas pendientes. 

Domingo, nueve de la noche: estamos en la furgo hablando de la cueva y con unas ganas terribles de espeleo, entre una cosa y otra a las nueve y media estábamos entrando por la boca de la Fuente del Cárabo decididos a realizar la desobstrucción de la gatera que va en dirección del supuesto colector principal y dejar la desinstalación de las cuerdas para la mañana siguiente. 

Llegamos a la obra y al tajo: nos ponemos a cavar y cuando llevamos unos 4 metros de túnel de arena y casi dos horas de trabajo decidimos dejarlo para el día siguiente y llevar más herramienta. Salimos por el meandro y ¡coño! un cruce. Me pica la curiosidad, a ver si nos hemos confundido de sitio… ¡Voy a ver! Empezamos a caminar por el meandro desfondado y no muy cómodo y la galería parece no tener fin, ya estoy seguro, llevamos dos horas haciendo el tonto en una gatera que no va a ninguna parte! La galería desemboca en una estrecha gatera, y ya por fin... ¡¡¡llegamos a la obra!!! Empezamos a darle caña con la piqueta e imposible, no entra la herramienta y además hay una capa dura en el suelo. Necesitamos un puntero, con esta decisión salimos de la torca y vamos a dormir que ya va siendo hora. Son las dos. 

Lunes 10 de la mañana estamos en Torrelavega comprando un puntero para continuar con el trabajo y a las once estamos de nuevo en la obra. Tras dos horas de picar (que duro está), nos aprieta el hambre y decidimos hacer una parada, nos vamos hasta el principio de la galería junto al pozo que nos falta por bajar ya que ahí hemos dejado la saca con la comida; sopita caliente y bocata de chorizo.
Entre bocado y bocado decidimos bajar el pozo para desconectar un poco de la condenada gatera. ¡Dicho y hecho! Instalamos la cabecera y bajamos es un pozo de 12 m y en su base un meandro estrecho en el que, tras desobstruir un paso, se hace impenetrable. 


                      

Así que otra vez a la gatera, seguimos picando hasta que por fin Santi se decide a pasar, nos invade la alegría hasta que 30 segundos después se termina la gatera. Con esto damos por finalizada la Fuente del Cárabo. 

                      


                                                                                                                                                   Alejandro

miércoles, 10 de junio de 2015

Uniones en el Sistema de Joblegón


Torca de Juciegu-Hoyo de Los Herreros-Torcas de la Pradería de Bárcena(Nº1 y Nº2)- Fuente del Cárabo-Cueva de Jacillano



          Obligados por los pasos sifonantes de Torca Gato, durante el invierno hemos decidido centrar nuestros trabajos en el sector de Joblegón, para buscar nuevas entradas más cercanas a la zona de la surgencia y que nos den acceso al sistema principal. De momento no hemos conseguido comunicarlo con Torca Gato, pero las dimensiones de este nuevo sistema encontrado han duplicado nuestras expectativas en el desarrollo del sistema.


La primera cavidad sin explorar que focalizó nuestro interés fue la Torca de Juciegu, debido a su espectacular boca y por la que cae un pequeño río durante todo el año. Y no nos defraudó: una sucesión de 4 pozos (10, 13, 9 y 18 metros) abre el camino a una red laberíntica que finalmente comunicamos con el resto de las cavidades.


Durante varias entradas de estos meses hemos conseguido las citadas comunicaciones y 13 kms de topografía, siendo necesarias tres desobstrucciones y el vaciado de un laminador inundado.


Fuente del Cárabo

 La clave 

                 En un momento de la exploración y una vez comunicada la Torca de Juciegu con el Hoyo de Los Herreros y las Torcas de La Pradería de Bárcena, la exploración parecía detenida tanto hacia Torca Gato como hacia la surgencia (La Cuevona de Barcenaciones). Es en esta situación es cuando se descubre la Fuente del Cárabo.



                  Desde el primer momento nos ilusionamos con su exploración debido a su marcada corriente de aire y a su situación: se sitúa a medio kilómetro de la surgencia y 60 metros por encima de ella.

             La Fuente del Cárabo es un sumidero ubicado en mitad de un bosque de castaños, entre la autopista y la antigua nacional, en el contacto de la caliza y la arenisca. La boca da acceso a un estrecho meandro que pronto, y después de un P4, desemboca en una amplia sala. Desde aquí parten algunas galerías y un pozo, descendiendo éste ponemos pie en un antiguo nivel freático. Esta galería posee algunas ramificaciones y tres pozos amplios, aunque poco profundos. A través del más occidental de ellos podemos descender hasta un meandro activo que tras 100 metros de recorrido vierte su agua, a través de un pozo de 7 metros, al techo de una cómoda galería.

                  Recorrimos unos cientos de metros hacia el Sur y la galería terminaba en un laminador de apenas 10cms de altura con corriente de aire que nos recordaba a “no se qué”. Hacia el Norte lo mismo, pero aquí la corriente de aire era más fuerte y el laminador estaba verde de tanto liquen: la calle estaba cerca.


             En dos jornadas exploramos y topografiamos más de 2 kilómetros. Quedaba claro que el laminador final de Torca Juciegu y el de La Fuente del Cárabo eran el mismo, pero el Laminador Verde estaba extrañamente desplazado de la surgencia, ¿tendríamos algún error de topografía? Comprobamos el Dixto por si acaso, realizamos una poligonal por el exterior, estuvimos desobstruyendo un laminador soplador de la surgencia,… Y nada, la topo daba en otro lugar. Decidimos rendirnos y admitir nuestro error de topo, ya lo solucionaríamos. Entre tanto decidimos comenzar las labores de desosbtrucción en el laminador: el día de la exploración de La Fuente del Cárabo progresamos unos 30 metros fáciles y unos tres metros de puro túnel (aquí apenas tenía 10cms de altura hasta el techo), por lo que se hacía muy difícil deshacerse de los residuos. La solución era realizar una entrada desde El Hoyo de Los Herreros. Fue llegar al laminador y verlo claro, a unos 5 metros se veía montoncitos de arena removida ¡¡A cavar!! Tres horas después poníamos pie en la galería de La Fuente del Cárabo, ahora el aire circulaba mucho más fuerte, provocando remolinos con el vaho que desprendíamos de agua y sudor.


            Decidido: ¡hoy salimos por La Fuente del Cárabo! Risas, festejos y fotos. Un cómodo paseo nos lleva hasta la primera cuerda que cuelga del techo de la galería, pero cuando llegamos a un pozo cercano a la calle… ¡¡la cuerda no está!! Entonces recordamos que el fin de semana anterior la recogimos para tirar una piedra. Así que, “con el rabo entre las piernas”, no nos queda más remedio que regresar otra vez por “El Hoyo de los Horrores”.

   Descubrimiento de la Cueva de Jacillano 


            Tras el éxito conseguido, el próximo ataque estaba claro: cavar en el Laminador Verde, convencidos de que tarde o temprano saldríamos por la surgencia y que arrastrábamos un error en la topo que no alcanzábamos a comprender.
 

           Tras horas de dura desobstrucción y cuando la moral de la tropa comenzaba a decaer, alcanzamos un laminador arcilloso que, una vez abierto, desató una brutal corriente de aire.  ¡¡Parecía el ruido de un motor, incluso movía las cintas del casco!! Tenemos que estar en la surgencia… El final del laminador era una gatera muy estrecha, meto la cabeza y… ¡¡¡la luz!!! Diez metros arrastras y la surgencia…

- ¡¡Coño!! ¡¡Pero si esto es una casa, no estoy en la surgencia!!

         Acabo de salir a la calle por una pequeña oquedad junto a las casas del pueblo. ¡¡La topo estaba bien!! Regreso hasta más allá del Laminador Verde donde había dejado un pequeño motín: eran las tres de la tarde y la vena sindicalista de esta “tropa de rojos” los había llevado hasta la comida. Sentados y zampando les cuento que acabo de estar en la calle y… ni caso. ¡Vaya tropa! Cuando al terminar de comer les repito que hemos terminado la obra y que estuve en la calle:

- ¿En serio? ¿De verdad?

Salimos topografiando y ¡al bar! Cervezas y calimocho para todos. Los vecinos nos miran raro:

-¿De dónde habrán salido estos?


El futuro



Ahora nuestro futuro está claro: unir Torca Gato con el Sistema de Joblegón. Lo separan apenas 400 metros y, aunque se trata de la misma cueva, no parece nada fácil. Con la posible unión la cueva superaría los 30 kilómetros y quién sabe si también los 40.






viernes, 29 de mayo de 2015

CS9 (-1203m), ADIOS A UN GIGANTE

         El verano pasado desinstalamos completamente toda la cavidad, nos despedimos de este gigante, una mezcla de tristeza y liberación. Se trata de la cueva más profunda de Cantabria, situada en Picos de Europa, en el macizo de Ándara cerca del Valdominguero. 

          La cueva comenzó a explorarse hace una década por el KAMI, con el tiempo la cueva se fue convirtiendo en un desafío demasiado grande para un solo club y fuimos incorporándonos “hormiguitas” de varios rincones de España y Francia. Unió nuestras vidas y todos estaremos agradecidos a este gigante por permitirnos vivir en sus entrañas tantas sensaciones extraordinarias. 

 

         Largos campamentos exteriores obligaron a todos a esforzarse por ser un poquito más generosos, solidarios o educados en el día a día, obligados a vivir en el fondo de una dolina, polvo, roca, hielo, niebla, lluvia y sol abrasador, te obliga a sacar lo mejor de uno mismo. 

 

        La cueva es atípica en Picos, exceptuando la entrada no tiene estrecheces, ni meandros incómodos, todo es amplio y grandioso, incluso con zonas muy concrecionadas (excéntricas, pisolitas, macarrones, etc.). Una cueva “limpia” y agradecida, un placer su exploración.

Descripción

              Una diaclasa estrecha da acceso a una sucesión de rápeles hasta la cabecera del Pozo Berta, aquí la cueva aumenta su volumen, el pozo de 60 metros tiene 20 de diámetro, en su base estamos a -100. La continuación lo forma una diaclasa gigantesca que se desciende en dos pozos de 50 metros. En la cabecera (pese a su tamaño) una fuerte corriente de aire descendente nos avisa de que nos encontramos ante un sistema importante. 



             En la base de esta gran fractura aparece un pequeño río que nos acompañará hasta el Pozo Lotería. En este punto, la cueva se vuelve relativamente horizontal, continuamos por un meandro cuyas dimensiones oscilan de 3 a 8 metros de ancho por 20 o 30 de alto. A la par que éste va disminuyendo de dimensiones, sin llegar a resultar estrecho nunca, van apareciendo pozos pequeños.  En ocasiones el agua progresa fuera de nuestra vista por conductos inferiores, en otras forma pequeños embalses en la base de los mismos, para finalmente precipitarse por el Pozo Lotería (145 metros), resultando un verdadero espectáculo para el explorador. El pozo es muy amplio, circular y los primeros metros apenas tocamos la pared, todo un placer iluminarle y observar a los compañeros progresar por las cuerdas.


          Los días de lluvia o de fuerte calor que producen deshielo intenso en el exterior, aumenta considerablemente el caudal que se precipita por él, mojándonos un poco en la zona de La Ventana. A -100 algunos péndulos y un pasamanos nos depositan en una galería de 7 por 30 metros ocupada por bloques, donde se decidió instalar un vivac. Se habló en varias ocasiones de la conveniencia de su traslado puesto que era zarandeado por el agua y el viento generado por la cascada, haciéndonos pensar que estábamos en el exterior una noche de tormenta. Pero ya se sabe, una cosa es hablar y otra hacer, así que al final… el típico vivac provisional permanente. Continuando por La Ventana ponemos pié en una galería fósil interrumpida por pequeños resaltes y concrecionada por estalactitas de color rojo, excéntricas, etc.

             Si se desciende el pozo hasta su base, la cueva continua hasta -840, esta fue durante algunos años su máxima profundidad, pese a que se exploraron algunas vías paralelas. Pronto recibimos pequeños aportes de agua de pisos superiores, también muy concrecionados, y cien metros de desnivel con esta tónica nos conducen hasta la cabecera del Pozo Fredo. Éste es un pozo muy amplio de 120 metros, en el que se instalaron varios péndulos para evitar bajar en aéreo. La base del pozo también es amplia (15 por 40) y en su parte alta existe una pequeña red de galerías que vuelven a comunicar con la vía principal algo más abajo. En esta zona existe un “campo de pisolitas” importante, ¿estamos en Picos?

            Aguas abajo, la cueva toma forma de meandro de dimensiones muy grandes al principio, aunque termina por reducirse hasta el habitual de Picos, el meandro Venus de Triana, decorado por multitud de macarrones blancos. El final lo marca un pozo de casi 40 metros (Arr!!! Marinero), donde la cueva aumenta otra vez de dimensiones. Estamos a -600. 
 

              Se progresa por un meandro fósil bastante grande (en algunos puntos tiene más de 50 metros de altura) que se ve interrumpido por una sucesión de pozos generalmente pequeños, el más grande el Cari-Cari de 40 metros, hasta que llegamos a -800 a la cabecera del Pozo Apocalipsis Now, 105 metros de vertical nos separan de su base. Este pozo es totalmente fósil, ni una gota de agua perturba su silencio, resulta muy relajante. 

               Llegados a este punto, la cueva contacta con una importante fractura por la que se progresa por una cómoda galería inclinada. En la pared derecha se puede observar con claridad el espejo de una falla y por el suelo multitud de losas de pizarra y margas delatan la importante fractura. Es la Galería de Las Escamas del Dragón. Al comienzo de ésta se situó el Vivac principal de la cueva (-950 metros). 
 

             La tónica de la cavidad continúa así hasta -1.100, donde la falla se convierte en “diaclasa”, aparece el agua de nuevo y se vuelve más vertical. En la base del Pozo de Los Paspanes una corta y pequeña galería conduce hasta el sifón final. Contrasta el tamaño de la cueva con su “ridículo” sifón final, apenas un laminador inundado. Durante dos campañas se intentó superar, realizando escaladas y desobstrucciones desde -1000 hasta el fondo, se topografiaron algunas cosas nuevas, pero ninguna de importancia. El final de la cueva más profunda de Cantabria ya estaba escrito a -1203 metros. 

 

             A algunos les costó aceptar el final, otros lo agradecieron, pero a todos nos marcó para siempre lo que allí vivimos. 

 

martes, 14 de abril de 2015

Sábado de turismo

Después de muchos fines de semana de topografía y exploración (no siempre cómoda), bien nos merecíamos un día de paseo lúdico-espeleológico. Esta vez los habituales decidieron que se merecían algo mejor y el que no se fue de vacaciones se fue a esquiar. A los menos “suertudos” les tocó trabajar. Así que quedé yo solo (Joserra) para dar la bienvenida al Ábrigu a nuestros nuevos compañeros: Alejandro y Santi, dos guías de montaña del Valle de Liébana.


Bien temprano nos acercamos a realizar la travesía Sel del Haya (entrada artificial)-Cobijón, aunque finalmente entramos por una mina superior, de la que no recuerdo el nombre.



A la par que realizamos el recorrido, hicimos diversas paradas para realizar alguna foto de recuerdo y aprovechamos, también, para visitar los pisos superiores recientemente explorados por nuestros amigos del CCES. Entre foto y foto, fueron surgiendo nuevos proyectos para el futuro inmediato:  ¡¡“los lebaniegos” están motivados a tope…!!


Nos sorprendió mucho las marcas de crecida dejadas por la última riada a lo largo del atractivo pasamanos instalado en la galería de entrada. Restos vegetales e incluso troncos  “decoraban”  las cuerdas. Calculamos que el agua aumentó unos 12 metros de altura su nivel. 



Realmente el poderío de este río es sorprendente, el volumen de sus galerías y la belleza de alguna de ellas, hacen de esta cueva  una de las más interesantes  de Cantabria, aunque, al no estar ubicada en Arredondo, “no existe” para la mayoría del mundo espeleológico (afortunadamente…).





Hay que resaltar la gran labor de balizamiento realizada en ella por el CCES para ayudar a la conservación de la cavidad.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Osos y antorchas...

         Hace tiempo que teníamos pendiente la revisión y topografía de la zona de la entrada del Hoyo de Los Herreros. La topografía existente era de hace más de veinte años y su calidad y precisión distaba mucho de los niveles que alcanzamos con las nuevas herramientas (Dixto, Autocad, etc.). Por este motivo y porque necesitamos de esta precisión para unirla al resto del sistema de Joblegón decidimos volver a topografiarla.

La cueva ha sido utilizada desde tiempos muy remotos por animales y hombres. Diversos estudios realizados evidenciaron la presencia de ocupación de la cavidad por parte del hombre en diferentes épocas, pero lo que más llama la atención son los cientos de marcas, quizás miles, de antorchas en las paredes.

        En un principio, algunos quisieron ver en ellas una representación de arte rupestre (esquemático abstracto), pero parece más probable  que se trata de intentos de limpieza del hollín de las antorchas. Esta última opinión cada día está más aceptada por el mundo arqueológico, ya que marcas similares de cuevas cercanas han sido datadas con carbono 14 y ofrecían edades de la época Visigoda (siglo VII).

¿Quiénes y por porqué? Sigue siendo un misterio, ¿Se refugiaban de invasiones violentas? ¿Eran forajidos? ¿Espeleólogos? Una cosa está clara, tenían una motivación bastante fuerte, puesto que sus marcas las hemos encontrado en lugares sorprendentes (laminadores, gateras, meandros…).




Cada vez que progresamos por la cueva, en nuestro ir y venir a nuestras exploraciones, sientes que allí hubo vida, cada rincón lo delata con algún detalle.

Bajo estas circunstancias comenzamos el sábado nuestro trabajo. En la misma boca, la cueva se divide en dos, hacia el Este, que ya lo habíamos topografiado y revisado, y hacia el Oeste.  A los pocos metros de la entrada, estuvimos enfrascados un buen rato en una red de diaclasas y meandros, algunos estaban representados en la antigua topo y otros no. En esta zona dejamos un pozo pendiente por descender, ya que el material de verticales lo teníamos en otra zona de la cavidad.

Volviendo a la galería principal y en un piso superior que forma ésta nos encontramos la primera sorpresa del día: ¡una osera y zarpazos de oso de las cavernas! Desgraciadamente todo muy degradado y pisoteado por las visitas que en su ignorancia no prestaron atención por donde estaban caminando.




Durante el resto de la jornada aparecieron más y mejor conservadas en otras galerías de la cueva, algunos conjuntos de zarpazos espectaculares.


        

    En otra red lateral nos quedó pendiente otro pozo por descender,  finalmente topografiamos un sin fin de pequeños conductos. En la galería principal llevamos la topo hasta el comienzo del laminador, que es lo único que resta para unirlo con el resto del sistema, si bien ya realizamos una poligonal exterior desde la boca hasta la Torca de Juciegu.





La topografía ya se acerca a los diez kilómetros y la unión con otras cavidades es factible. Actualmente el sistema posee cuatro entradas, pero nuestra esperanza es la unión con Torca Gato, lo que daría un sistema de aproximadamente 30 Kilómetros de recorrido, todo una sorpresa para esta zona, a priori, tan modesta. Veremos… 

jueves, 12 de febrero de 2015

Al que madruga...


Seis y veinte de la mañana, -3º y todavía es de noche. Una copiosa nevada ha cubierto todo el robledal de un espeso manto blanco. Camino a la boca de la cueva, la nieve delata la presencia  de zorros, libres y tejones. ¡¡Estamos en Reocín!! La naturaleza se resiste a ser definitivamente engullida por la civilización.



Con una sonrisa seguimos las huellas de nuestro amigo el tasugo hasta la boca del Hoyo de los Herreros, ¡parece que hoy compartimos exploración con él!


Cuarenta minutos después, sudorosos, atravesamos el pasamanos del pozo de la unión y la galería Mampostera nos recibe con una buena corriente de aire fresco en el rostro, procedente de la Torca de Juciegu y de quién sabe más.


El plan de hoy era continuar explorando y topografiando las galerías de La Espantada, pero se nos olvidó el cuaderno “acuático” en casa, así que decidimos centrar nuestro trabajo en la Galería de La Liebre. Al final topografiamos unos trescientos metros de pequeños conductos que convergen de nuevo con la galería Mampostera.


Parece que nos hemos quedado sin plan en este sector y ponemos rumbo a revisar unos meandros cerca del final Norte de la Torca de Juciegu, así que “cuerpo a tierra” hasta llegar al pozo de 13 metros que nos deposita en las galerías de Torca Juciegu, en la zona de los Tubos. Apenas 70 metros de topo y… ¡¡otra vez sin tajo!! ¿Qué hacemos? Hace tiempo que dejamos los bloqueadores de pie a la salida de un estrecho y todavía no hemos ido a por ellos, además existen unos pequeños conductos pendientes. ¡Otra vez a caminar! Cuando llegamos a la zona decidimos solventar primero la exploración.





Tras una hora arrastras (qué bonita es la espeleo…!!), la gatera desemboca en un meandro estrecho. Nos motiva una marcada corriente de aire que por momentos nos hace levantar un poco el ánimo, varios intentos de entrar en él resultan inútiles y decidimos tirar de maza un rato. Tras el paso, que conseguimos abrir, continúa un meandro impenetrable no desobstruible. C’est fini!!!


Al rato y otra vez sudorosos, estamos de nuevo en el conducto principal de Torca Juciegu, se nos ha hecho tarde y las cervecitas son mejor tentación que ir a buscar los bloqueadores, pues estos se encuentran a una hora de “pecho-rodilla”. ¡Dicho y hecho! Para la calle.





Dirección hacia El Hoyo de Los herreros, los conductos cada vez son más grandes y cómodos, hasta que giramos hacia el sur para remontar un pozo de 13 metros que nos deposita directamente a la entrada de la gatera donde comienza la Galería mampostera.

¡Otra vez “pecho-rodilla”! ¡¡¡Uff!!!




        Al llegar al pasamanos que da acceso a El Hoyo, una parada nos hace autoconvencernos: estamos muy cerca de las torcas de La Pradería de Barcena. Decidimos jugárnosla y salir por la Nº2. Un rato después jumareábamos por la cuerda empotrada entre árboles en descomposición y arcilla ¡¡vaya miedo!! De hecho, al salir comprobamos que por la Nº1 había un argallo y había caído un árbol…


Salimos hechos unas croquetas y ahora, en nuestro caminar, vamos dejando nuestra huella arcillosa sobre la nieve. Cuando de repente… de nuestros pies salta una “sorda”, última sorpresa del día. ¡Qué ave tan maravillosa! Vienen a nuestras tierras desde Siberia para refugiarse en nuestros “cálidos” bosques y  aquí estamos encantados de recibirlas a “cartuchazos”.   




martes, 10 de febrero de 2015

Travesía Pozo Jaciosu-Cueva del Trumbio


Nueva y espectacular travesía espeleológica en los Picos de Europa.


Os adjunto una descripción de la travesía así como todos los datos necesarios para realizarla, no sin antes recordaros que la cavidad se encuentra en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa y, por lo tanto, será necesaria una autorización de dicho organismo. También existe la opción de acompañar a los miembros de la A.D.GEMA de Gijón en alguna jornada de trabajo, actual titular de  los permisos de exploración.

La cavidad continúa en exploración y es aconsejable contactar con nosotros para una información actualizada de la instalación de la cueva. La travesía tiene doce rápeles equipados para doble con reuniones de acero y nueve cuerdas que deberemos remontar.

Situación:

Las bocas se abren a mitad de la subida a los Lagos de Covadonga, en la ladera derecha, en los lugares conocidos como El Trumbio y La Raíz (Pozo Jaciosu). No hace falta la combinación de vehículos, el lugar de aparcamiento será un ensanchamiento que existe en una curva pronunciada hacia la izquierda justo antes de iniciar la conocida cuesta de La Huesera. Aquí se pueden aparcar tres o cuatro vehículos.

La primera parte del camino es común tanto para El Trumbio como para el Pozo Jaciosu. Cruzaremos dos fincas dirección NW y sin perder altura nos internaremos en un bosque donde continuaremos cien metros en horizontal hasta llegar a un alambrado y unas cabañas. Cruzaremos la verja con cuidado de dejarlo cerrado correctamente, puesto que hay mucho ganado en la zona. Bordearemos las cabañas por la derecha y pronto nos situaremos encima de la dolina de la boca del Trumbio (a nuestra izquierda). Si deseamos descender hasta la cueva a echar un ojo a la instalación del pozo de salida, bordearemos la dolina por la derecha.

Para proseguir hacia el Pozo Jaciosu, continuaremos hacia el Norte por el fondo del valle utilizando los senderos del ganado, siempre con tendencia descendente, y en unos minutos llegaremos a un camino principal empedrado. Este es el camino que sube a Moferos desde la carretera y debemos continuar por él en sentido ascendente aproximadamente 1km. Unos trescientos metros antes de las cabañas de La Raíz observaremos que desciende un camino hacia la derecha, camuflado por la vegetación, que conduce a una finca con dos cabañas muy deterioradas. Deberemos alcanzar el extremo NE de la finca yuna vez allí descenderemos unos 30 metros de desnivel por el bosque, donde encontraremos una pequeña dolina. En el fondo de la misma y entre bloques  se encuentra la pequeña boca del Pozo Jaciosu que estará tapada por un antiguo bidón metálico abandonado hace casi cien años por los mineros, colocado a modo de protección para el ganado que pasta libremente.

Descripción de la travesía:

La travesía tiene 12 rápeles equipados para doble, el más grande de 40 metros, y 9 cuerdas pequeñas que deberemos ascender durante la travesía. Debido a que muchos de los rápeles son en rampa la cuerda roza, por lo que recomendamos utilizar para rapelar las dos cuerdas a la vez. El desnivel de boca a boca es prácticamente inexistente, si bien el acumulado de positivo/negativo es de 600 metros. El sentido en el que realizamos la travesía se ha escogido así porque varios de los rápeles más grandes se realizan en esta dirección.

Un paso estrecho entre bloques nos da acceso a un pozo de 6 metros que nos deposita en una rampa de piedras y tierra, por la que accedemos a una pequeña sala. Aquí es conveniente esperarse unos a otros ya que en la base del primer rápel existe una grieta por la que podemos tirar piedras y tierra directamente sobre el segundo pozo.

En la base de la rampa, junto a la pared izquierda, encontramos la continuación a través de un pequeño orificio que nos conduce a un pozo de 20 metros. La instalación está entre los bloques. El rápel nos lleva a una galería de fuerte inclinación y de buenas dimensiones (10 por 8 metros). Descenderemos por la pared derecha con cuidado de no tirar piedras, un resalte vertical nos indica el punto del tercer rapel, de 15 metros. La galería aumenta de tamaño y de pendiente, una pequeña repisa (5 o 6 personas) nos marca otra reunión. Este rápel es de 30 metros sobre una colada y nos conduce a las galerías de la Sala de La Niebla. Nos encontramos en un balcón sobre el comienzo del cañón del río donde, dependiendo del caudal, podremos sentir el poderoso rugir del río del Trumbio que se encuentra 40 metros más abajo. Aquí la galería continúa aumentando de tamaño (15-20 de ancho por 40-70 de alto). Buscaremos continuación entre las formaciones de la izquierda continuando el descenso por la amplia terraza hasta un nuevo rápel sobre coladas que termina bajo un gran bloque, ya muy cerca del agua.

Remontaremos el río y con ayuda de un pasamanos pronto pondremos pié en la sala del vivac. Al final de la misma, un arco de roca en el que se encuentra la primera cuerda remontante, nos permite evitar un profundo embalse del río, que da acceso a la Sala del Agua (90 metros de diámetro) en la que deberemos realizar un rápel por una rampa de 20 metros. Cruzaremos el río (y ya lo acompañaremos hasta la entrada) de la galería por la que viene, donde, sin entrar en ella, remontaremos por la izquierda una rampa hasta un piso superior fósil que nos conduce a la Sala de Los Pinchos. Desde el comienzo de la sala deberemos ir ascendiendo de terraza en terraza hacia la derecha, hasta alcanzar el extremo derecho y superior de la misma, una cuerda ascendente (8m) a un piso superior nos indica el camino y otra cuerda que deberemos remontar, esta vez de 5 metros, nos conduce a una amplia galería.




Continuaremos al salir de la cuerda hacia arriba y hacia la izquierda hasta que lleguemos a la parte baja de una rampa difícil de subir, encima se aprecia una amplia sala. Aquí continuamos a través de un paso estrecho entre concreciones en la parte baja de la misma, llegando justo encima del rapel de La Escalada Bonita.

Descendemos los 35 metros del rápel hasta un pequeño cañón fósil con el suelo recubierto de gours, tras remontarle unos metros nos encontramos una cuerda de 4 metros remontante y un pasamanos que nos permiten superar un resalte. La galería se ensancha y queda cortada por unas grandes coladas, deberemos subir a la parte más alta de ellas y buscar paso entre las estalactitas para acceder a un destrepe de 5 metros, aquí un nuevo rapel de 15 metros nos deposita en una amplia sala.

En el extremo opuesto deberemos remontar otra una cuerda (10 m), progresando ahora encajados en la base de una galería amplia, aunque avanzamos por una de pequeñas dimensiones. Unos metros adelante nos encontramos con una colada con aporte de agua y un rapel de 4 metros, seguimos horizontalmente encajados en pequeños conductos bajo la amplia galería y de repente una grieta la corta formando un pozo de 16 metros hasta el nivel activo. Éste no debemos descenderlo, una pequeña cuerda nos ayuda a continuar en horizontal por la galería que veníamos.

Poco después, la galería amplía de nuevo de dimensiones y llegamos a la Sala del Xiatu, deberemos cruzarla hasta el fondo sin descender hasta el río que se sitúa en la parte izquierda y baja de la sala, alcanzando pronto un pasamanos que nos permite avanzar 12 metros por encima del río. Aquí, la galería adquiere un forma redondeada de unos 10 metros de anchura y, justo cuando esta gira 90º a la izquierda, deberemos empezar a remontar por las terrazas de la derecha hasta alcanzar un piso superior, la “Y”.

Tras superar una zona de arena y cantos rodados la galería se bifurca en dos, deberemos continuar por la izquierda hasta encontrar un paso bajo al fondo, una galería de pequeño tamaño (2 por 7m) bellamente concrecionada.

Pronto llegamos al Cruce del Vino, aquí si subimos hacia la izquierda accedemos a los grandes pisos superiores, pero la travesía continua de frente. Continuando horizontalmente llegaremos sobre una rampa que debemos rapelar (20 metros), hasta una galería arcillosa. La instalación se encuentra en el techo. Continuamos hacia la izquierda y enseguida el suelo se convierte en una sucesión de gours, estamos en la galería GEMA.



A partir de aquí la cueva no presenta complicaciones de orientación, poco a poco vamos remontando por ella. Encontraremos cuatro cuerdas ascendentes (3, 7, 12 y 3 m) que nos conducirán hasta el rapel de la cascada del cañón (40 metros). En caso de crecida, la cascada que nos acompaña puede mojarnos un poco y la cuerda caerá sobre un embalsamiento previo a un sifón (con remolino y todo), por lo que habrá que estar atentos a pendulear unos metros antes.

La cueva se vuelve descomunal, el cañón tiene 40 metros de anchura por 110 de altura y para encaminarnos hacia la salida deberemos remontar 100 metros de desnivel caminando por encima de enormes bloques y ascendiendo un pozo de 3 y otro de 22 metros. La mejor opción es remontar siempre pegados a la pared derecha, para poder evitar complicadas trepadas entre los bloques. Una vez terminada la pronunciada pendiente, tenemos que buscar una pequeña cuerda ascendente de 3 metros. Tras superarla la galería se torna más cómoda y en pocos metros encontramos las últimas cuerdas ascendentes.




Para llegar hasta estas últimas cuerdas en invierno es posible que tengamos que mojarnos hasta la cintura. Hay que decir que este punto puede inundarse en 15 minutos y vaciarse en 4-5 horas, por lo que hay que evitar realizar la travesía en época de lluvias fuertes. Esta última cuerda cuenta con un rapel guiado, fijaros qué cuerda es la apropiada y no dejar las cuerdas ni arriba (¡¡¡ni en ningún pozo!!!) ni sueltas por el suelo, ya que las crecidas las destrozarían. En la pared existe un anclaje y ahí deben estar ancladas dos cuerdas: una tensa, la vieja, y otra que nos permita poder rapelar desde arriba, por encima de las marcas de los niveles de crecida.

Tras superar estas cuerdas y destrepar entre unos bloques, ponemos pié en la galería de entrada, desde la misma alcanzamos la boca y en ésta, una fuerte pendiente de bloques y vegetación nos conducen al exterior.

Para retornar a nuestro vehículo bordearemos la gran dolina hacia la derecha y luego hacia el Este, a cien metros encontraremos el sendero que utilizamos por la mañana.




Recomendaciones:

-          Ponerse en contacto con nosotros para una información actualizada del estado de la instalación, así  como cualquier información de interés (rusticolus@hotmail.es).

-          2 cuerdas de 50 metros y si son de 8.5 mm... mejor descendedor doble.

-          Mostrar atención en el rapel de la escalada bonita, de dejar colocadas las cuerdas en un buen sitio para la recuperación.

-          Durante la travesía cambiamos varias veces de piso, es recomendable llevar la topografía para una mejor orientación en caso de duda.

-          Si las condiciones meteorológicas son de lluvia fuerte el acceso al último pozo ascendente de boca de la Cueva del Trumbio pude presentar complicaciones. La instalación de las cuerdas está especialmente pensada para estos casos. Se recomienda una visita previa si es invierno o ha habido días de lluvias fuertes anteriormente.

-          Si la cueva está en carga, el pasamanos de acceso a la Sala del Vivac puede estar sumergido hasta medio metro bajo el agua, con la consiguiente caladura y riesgo.

-          Para localizar la boca de El Trumbio no tenemos ninguna complicación, pero la del Pozo Jaciosu ya no es tan evidente, así que recomendamos el uso del GPS, sobre todo si hay niebla.

Algunos datos:


  • Aproximación al Trumbio 15 minutos.
  • Aproximación al Pozo Jaciosu 50 minutos.
  • Desnivel acumulado (positivo-negativo) en la travesía: 550 metros.
  • Rápeles: 6 – 20 – 15 – 30 – 18 – 20 – 35 – 15 – 5 – 3 – 20 – 40.
  • Cuerdas que remontamos: 15 – 8 – 5 – 4- 10 – 3- 6 – 12- 3 – 3- 22.
  • Horario: de 6 a 9 horas, dependiendo del número de participantes, ritmo o facilidad de orientación, etc.