lunes, 20 de mayo de 2019

18 Mayo 2019 Torca del Arroyo




Participantes: Manolo, Ciano y Fredo

Hace bastante tiempo que dejamos de lado los trabajos en el Arroyo, la cosa se está enquistando. La profundidad a la que nos encontramos (-460 aproximadamente) y las gateras y cabeceras incómodas que tenemos en todos los pozos no hacen muy apetecible ir a punta a trabajar.
Lo que dejamos en la última entrada fue un meandro bastante estrecho por el que pasaron malamente los flacos del club hasta llegar a unos pequeños pozos y finalmente a una ventana aún más estrecha con fuerte aspiración de aire. Este aire es el que nos dio la motivación para mantener la torca instalada y seguir trabajando en ella. Pero hemos andado liados con otras labores y tenemos el Arroyo descuidado.

Finalmente este fin de semana nos vamos a juntar los tres para ir mejorando los pasos del meandro e iniciar los trabajos. Pero la cosa promete ir para largo.
Quedamos a las 8:00 de la mañana en casa de Ciano y a las 9:00 estamos cambiándonos con un día de perros, afortunadamente la aproximación al Arroyo es corta. Tenemos dudas de cómo se encontrará el último pozo, ya que cuando se instaló se veía claramente que recibía agua por varios puntos y tratamos de instalar la progresión para evitarla. Aún no hemos entrado en carga y tengo dudas sobre todo en un cambio de pared por si el chorro llega a tocar las cuerdas.
Una vez dentro nos recibe la primera gatera y cabecera estrecha, se van sucediendo los pozos, son preciosos,  pero todos están coronados con una entrada incómoda. La torca es muy vertical, intercalada con gateras que dan acceso a nuevos pozos.

A alrededor de -250 llegamos al pozo blanco de 100 m aproximadamente y precioso. Empezamos a descender, aquí ya se escucha el agua que a pocos metros de su base llega a través de un pozo paralelo que comunica con este. El agua aquí no nos preocupa, aún está lejos de nuestras cuerdas. Es en el siguiente pozo (el Negro?) donde ya se escucha mucha agua. En el cruce de cuerdas pasamos sin problemas, solo nos cae una leve lluvia que nos hace pasar por allí a toda pastilla.

Acabamos el descenso del último pozo grande, nos metemos en el meandro Y tras descender dos pequeños resaltes equipados con cuerda llegamos a la obra. No tenemos mucho espacio para acomodarnos pero empezamos a adecentar el habitáculo que por el momento nos acogerá durante los trabajos. Al menos tenemos sitio para tres culos y el barro del suelo lo vamos tapando con alguna piedra y tierra suelta.
Hoy nos hemos bajado el hornillo y sobres de café para calentarnos(nos estamos volviendo unos sibaritas) nos vamos turnado en los trabajos de desobstrucción y a las tres horas la batería deja de funcionar!!! Creemos que algo se ha estropeado porque tenía que haber durado más. Teníamos idea de permanecer más tiempo trabajando, pero bueno, hemos mejorado varios pasos del meandro y adecentado la sala de estar. Lo tendremos que dar por bueno he ir saliendo. Tenemos tres horas de pozos y cabeceras estrechas hasta la calle.

En la gatera de salida vemos que el “chorrito Cabrón” que surge del techo en el paso más incómodo de la gatera, está funcionando y nos damos una pequeña ducha de agua fría que penetra por el cuello del buzo. Llegamos al exterior. Frío y niebla nos reciben.
Una vez en la furgo, nos cambiamos y bajamos al bar del camping a tomar unas cervezas.
Pues nada el Arroyo esta así por el momento. No es un trabajo agradable pero esperamos que nos lleve a niveles similares a la Len donde se encuentran grandes galerías. Hasta la siguiente entrada a la obra.

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