martes, 30 de abril de 2019

Jornadas de Reflexión 25, 26, 27 y 28 Abril



Participantes: Ciano, Manolo y Fredo

Es jueves y hemos quedado Ciano, Manolo y yo para entrar hasta el domingo al vivac de La Len. Estaría bien disponer de algo más de personal para optimizar el tiempo de permanencia, ya que tenemos mucho trabajo y la progresión por el Túnel del Viento está resultando costosa, ya que todo el avance se lleva a cabo mediante pasamanos sobre el meandro desfondado con lo que conlleva el transporte de material y el tiempo de instalación.

Tras un pequeño incidente con la batería de la furgoneta de Ciano, a las 18:00 aproximadamente, por fin nos disponemos al descenso, llevamos baterías y comida para estos días, por el momento tenemos material de instalación suficiente en el vivac. Tranquilamente vamos descendiendo y superando las dificultades habituales, la estrechez de -180, el meandro de la lluvia, la zona  posterior a la sala del 15M, que no séqué tiene pero es un auténtico coñazo. Una vez superada esta zona llegamos al pozo Juanín y Bedoya en cuya base se encuentra el vivac de Los Rusos. Ya en esta zona empieza la zona horizontal y enseguida llegamos al goteo donde recogemos las garrafas de agua para llevar al vivac y dejamos escurriendo el material limpito para el día siguiente. Llegamos al vivac, musiquita, cenita, vinito y a dormir.
Viernes
“Son las ocho menos diez” nos despierta Ciano, con este no hace falta despertador, desayunamos y nos dirigimos a recoger el material de instalación, el objetivo es continuar progresando en el Meandro Gau la zona donde la última vez que entramos lo dejaron Ciano y Manolo. Por lo visto el sitio es un asco pero continúa y en buena dirección. Progresamos por el Túnel del Viento hasta llegar al desvío, al principio son pocetes bonitos con formaciones, pero poco a poco la cosa se va tornando en meandro estrecho  con barro y agua en el suelo, donde en algunas ocasiones tienes que tumbarte para pasar por la zona más ancha, (unos más que otros). Llegamos al punto donde la vez anterior seles acabó el material y me dispongo a continuar con la instalación mientras ellos van topografiando.

Vamos descendiendo pequeños resaltes pero que requieren el uso de cuerda, la acumulación de barro en el suelo dificulta mucho la progresión hasta el punto de tener que tirar la saca al suelo y pisar sobre ella para poder liberarme y poder recuperar la bota del barro. A esta zona la bautizamos como la Ciénaga de Shrek. Entre las cabeceras estrechas y el barro empiezo a perder la paciencia y yo creo que todos estamos deseando que el meandro se cierre para desinstalar y explorar otra zona, pero la cosa sigue cada vez con más barro hasta que en la base de uno de los pozos llegamos a una sala con volumen ¡¡¡a la que llegan dos galerías!!! Se acabó el barro. 


Mientras estos terminan de topografiar el meandro, reviso la zona, la galería más grande continúa pero hay que escalar. Por el otro ramal  progreso por un pequeño meandro, a lo lejos se escucha corriente de agua, llego a una galería arenosa y hacia la derecha me asomo y zasca un rio con bastante caudal. Vuelvo con estos y una vez reunidos decidimos tirar hacia el río, una vez allí revisamos río arriba hasta una zona donde habrá que mojarse, pero hoy no apetece, topografiamos galerías laterales que terminan en la sala grande. Una vez revisada esta zona, comenzamos la progresión rio abajo, Manolo me da el relevo como zapador y yo ayudo a Ciano en la topo. Vamos esquivando marmitas como podemos pero inevitablemente metemos algún pie en el agua.Con la chupa que llevamos ¡¡quémás da!! Seguimos instalando alguna pequeña vertical, pero en general se progresa bien, sobre las 18:00 decidimos que va siendo hora de regresar al vivac, calculamos unas 3 horas y todavía tenemos que comer algo y cerrar la poligonal en la sala antes de meternos en el Meandro Gau de nuevo y rebozarnos en el barro.


El retorno por el meandro se hace penoso, para la próxima entrada mejoraremos la progresión en los pequeños resaltes que quedaron sin cuerda porque esto es una agonía. A estas alturas ya hemos decidido que mañana no volvemos a esta zona.
Sobre las 22:00 estamos por fin en el vivac, musiquita, cenita, vinito y adormir.
Sábado
“Son las ocho menos cuarto” No me lo puedo creer, estetío tiene un reloj interno. Estamos doblados. Desayuno y nos ponemos los buzos que entre el barro y la humedad pesan un quintal. El equipo de verticales lo iremos limpiando de barro por el camino. El objetivo de hoy será avanzar hasta la punta de exploración en el túnel del viento, donde lo dejamos Josean y yo la vez anterior por falta de material. En esta zona estamos remontando meandro arriba y la cosa no parece que tenga mucho futuro, hay que ir remontando el meandro a base de pasamanos y escaladas buscando las zonas más anchas. El último día decidimos tirar a escalar directamente hacia arriba y ver si ensanchaba y la progresión mejoraba, si no abandonar y recuperar todo el material para centrar los esfuerzos en otra zona, después del hallazgo del día anterior la cosa está más clara aún.

Comenzamos la escalada y tras remontar unos 20 metros estrechos alcanzo a ver el techo del meandro unos 25 metros por encima de mí y del mismo pelo, tras comunicar la situación decidimos retirarnos, desinstalamos las escaladas y pasamanos hasta el desvío del Meandro Gau, hacemos unos retoques en la instalación de los primeros pozos de este y cargamos las sacas a tope con material para llevarlo al vivac. Tenemos que revisar y engrasar un montón de mosquetones y lavar cuerdas.
Como llegamos pronto al vivac, ponemos la musiquita y dedicamos el tiempo a preparar un secadero para los buzos (nos hará falta) y ampliar una plaza más en el vivac por si fuese necesario, (que no creo). Cenamos y sobre las 23:00 al saco.
Domingo 
“Son las siete y media”, a ver si salimos para la hora de comer y vamos a votar tranquilamente. A las nueve nos ponemos en marcha y a las 14:30 en la calle con un solazo espectacular. Comemos en el camping y ya empieza a llamar el personal para ver cómo ha ido la cosa.
A partir de ahora toca explorar el río Macarena (si, le hemos llamado Macarena)y a ver que nos depara la cosa, lo que es seguro que el Meandro Gau nos va a hacer sudar de lo lindo.

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