Espeleoclub Ábrigu
Diario de actividades
domingo, 30 de agosto de 2020
martes, 7 de julio de 2020
UN GOLPE DE SUERTE
Cuando el estado de alarma nos
permitió cambiar de municipio, estrenamos la zona del Monte Barbecha con un par
de jornadas de prospección y unos días después entramos en la cueva del Linar
para empezar su retopografía.
En uno de esos días, en los que
el objetivo era ir a prospectar (sobre todo porque no sabemos otra cosa a la
que dedicar el tiempo libre), a alguien del grupo se le ocurrió la posibilidad
de echar un vistazo a una vieja covacha, conocida de hace tiempo, y ojearla sin
mas ni más. Cuando llegamos se nos quedó una cara de tontos importante. La
cueva ya no estaba, las obras de la carretera la habían hecho desaparecer.
Cosas del p.… progreso.
Hace unos años, en una salida en
la que íbamos a El hoyo de los Herreros, descubrimos una nube de vapor en mitad
del eucaliptal. Ese fenómeno, que en otro momento no hubiese significado nada,
nos hizo desviarnos del camino y, nadando ente zarzas, descubrimos las dos
bocas de Las Praderías de Bárcenas, dos de las entradas clave del sistema. Así pues,
pudimos comprobar que si atiendes a las señales de la naturaleza, hay
oportunidades que cuando pasan , si te fijas , las aprovechadas
En esta ocasión, con la cara de
pánfilos mencionada, y sin dejar de mirar a nuestro alrededor sin creernos lo que
veíamos (o mejor dicho , lo que ya no veíamos), otro guiño de la naturaleza nos
llamó la atención. En un lateral había hierbas que se movían y eso a cualquier
espeleo le hace pinar las orejas.
Se trataba de una pequeña fisura
de la que salía un tiro de aire poderoso. En ese momento no teníamos material ni
para abrirla ni para entrar, así que dejamos cerrado el plan para el día
siguiente poniéndonos de acuerdo de manera instantánea. Es lo que tiene estar
de vacaciones o en ERTE.
A primera hora de la mañana
estábamos pasando revista al material delante del agujero: Pequeño kit de
desobstrucción, equipo de instalar, alguna cuerda, equipo de topo, “Coño. Hemos olvidado el disto”. En general, tenemos la costumbre, de no
explorar nada que no se topografíe en el momento. Topo y exploración van
paralelas, no exploramos a lo loco como pollos sin cabeza. Luego a ver quién
vuelve a dibujar si pintan bastos. Pero ese día, el olvido fue otro golpe de
suerte que nos dio la opción de, por una vez, ir a lo
loco. Así que revisamos y revisamos.
La cavidad es una porquería llena
de arrastraderos y gateras, que no te da descanso más que de vez en cuando.
Empieza con un tobogán que te deposita en el primer laminador de mierda. No
hacíamos mas que apartar piedras para acomodar el paso de este regalo
envenenado.
Luego llegas a una salita y
después mas de lo mismo. Si fuera una película se llamaría “ la cueva mas fea
del mundo”.
No estábamos muy orientados hacia
donde ir , solo teníamos de referencia la corriente de aire que nos daba en la
cara, y por la que nos deteníamos con
mucha frecuencia, para poder dirigir nuestra búsqueda. Poco a poco, si no era
uno era otro, los problemas se iban solventando y se progresaba dentro de la
misma miseria.
El tiempo de esa jornada se
acabó, y como en una relación de maltrato, querías dejarlo, pero terminamos
quedando para regresar al día siguiente. Lo que se puede hacer por una triste
corriente de aire. Salimos con dificultades porque costaba reconocer los pasos,
pero salimos.
De nuevo allí un día después,
firmes a pasar revista, y apareció nuestro tercer golpe de suerte. El disto
para topografiar se descargó en la primera tirada, así que quedó inutilizado y
viajó con nosotros sin servir para nada. Otro día de vorágine exploradora a lo
que empezamos a pillar el gusto.
La sucesión de arrastraderos
estaba, al menos, sazonada con lugares en lo que te podías poner erguido, pero
no duraban mucho.
En un momento dado, apareció una
galería algo mayor, que nos hizo ser muy optimistas, y en la que el aire seguía
siendo protagonista. De repente llegamos a un río muy encajado en el fondo de
una falla a la que no era posible ponerla límites. La falla se estrechaba tanto
que resultaba imposible la progresión y nos obligaba a escala y escalar hasta
que la anchura te dejaba continuar. De repente nos encontrábamos a 25 m de
altura en la falla haciendo un paso expuesto en el vacío y sin más opciones de
progresión. Poco después nos volvíamos a encontrarnos en el fondo sobre un río
que no dejaba de estrecharse.
Cuando la cueva empezaba a
portarse mejor con nosotros y la progresión
empezaba a volverse casi amena, nos tropezamos con una marca de cinta de
balizaje. No lo podíamos creer, sabíamos que íbamos hacia un sistema, que podía
ser El Linar, pero no estamos seguros. En ese momento nos quedó claro donde
estábamos.
Es una tristeza, pero de ese
momento no tenemos ninguna foto recuerdo, porque, como el disto, la cámara quedó
en el olvido.
Tras la euforia y la alegría,
regresamos sobre nuestros pasos, con el pequeño problema de no poder
encontrarlos. No dimos con la línea por la que habíamos llegado, así que no nos
quedó otra opción que salir por el pueblo de la Busta y recuperar los coches a
pie por la carretera sin dejar de hablar sobre lo sucedido.
De esta manera y sin pretenderlo, hicimos la
primera travesía integral entre Novales y La Busta.
miércoles, 17 de junio de 2020
Escaladas en la cueva del Linar
Continuamos con la exploración y topografía de la cueva. Volvemos
a entrar dos grupos, el de topo, que va a una galería ascendente en el punto 45,
y los de escalada.
El primer grupo (los madrugadores) entran a las 6:30,
mientras que los que vamos a escalar entramos a las 9. En la anterior entrada
el taladro se había averiado, así que esta vez, entramos con más taladros y con
la revolución de las escaladas cercanas a la calle: la escalera de aluminio.
Esta cueva nos está gustando a todos y no faltan voluntarios para explorar. Además, está cerca, es bonita y de considerable tamaño. Aún así, calculamos que tenemos trabajo para bastante tiempo, ya qué se trata de una cueva de grandes dimensiones y con zonas laberinticas y caóticas.
Como en el grupo de escalada somos varios y disponemos de
taladros, nos dividimos y nos repartimos las escaladas. La primera, de unos 6
metros, conduce a un estrecho meandro ascendente con algo de aire, pero con muy
mala pinta; la siguiente obra consistía en revisar una sala que se veía desde
una cornisa a unos 5 metros. En lo que preparábamos el material para instalar
el pozo, ya había bajado Manolo destrepando por una zona estrecha. Esta sala,
no aparece en la topo pero ya había sido explorada. La siguiente escala tampoco
dio nada, y quedaba una pendiente en el
punto 130, pero daba la sensación de que era el piso superior, como comprobaríamos
más tarde.
Después de comer subimos a los pisos superiores en busca de
un pozo que comunica varios pisos, llegando a la “galería Baby”. Es increíble el
tamaño de esta galería de techo plano y caos de bloques en el suelo, cuando
lleguemos con la topo vamos a tener mucho trabajo.Al final de esta galeria se ve una gran chimena, de unos 50 metros, espremos encontrar un acceso mejor a ella porque si la tenemos que escalar dede abajo tiene mucho trabajo.
De salida aprovechamos para sacar algo de basura (que hay
mucha).
lunes, 8 de junio de 2020
Cueva del Linar
Después del parón y la cuarentena, por fin volveos a
explorar con muchas ganas, quedamos a
las nueve en el parquing de la iglesia. Después de los saludos guardando las
distancias, nos equipamos con rapidez y accedemos a la cueva.
Estamos divididos en dos equipos, Ciano, Amaparo y Joserra,
van a topografiar la galería del rio, y el segundo equipo, tiene varias
escaladas pendientes en la galería principal. En poco momento llegamos a la primera
de las escaladas, quedan allí preparando material Nando y Alex, Manolo acompaña al equipo de
topo, para que le enseñen el resto de las escaladas del día.
Ya dispuestos a comenzar la escalada, al ir a meter el
primer parabol, el taladro se declara en huelga (le debió sentar mal la cuarentena).
Con lo cual nuestro gozo en un pozo,
recogemos todo el material y esperamos a que llegue Manolo para
comunicarle la mala noticia e ir a reunirnos con el grupo de topo para
explorar todas las posibles incognitas hasta “el paso del cordino”.
Aprovechamos para hacer alguna foto y sacar a la calle algo
de basura del interior de la cavidad. salimos sobre las 18 con ganas rehidratarnos y planear la siguiente entrada.
domingo, 19 de abril de 2020
Escaladas del Túnel del Viento
Este material inédito, que no habíamos publicado hasta ahora, de
exploraciones en el Túnel del Viento en la Torca de la LLana de la Len
(Porracolina), puede servir como representación del esfuerzo y el
trabajo realizado por los clubes Ábrigu y Cces en esa zona de
exploración durante el año 2019.
Dentro de las enormes galerías horizontales descubiertas allí, se abre
por un costado un recto y largo meandro desfondado con dirección Norte,
dicho meandro llamado Túnel del viento alberga en su fondo uno de los
aportes al sistema que circula en dirección Sur para desviarse a medio
camino y tomar un rumbo SE hasta drenar sus aguas sobre el río Macarena.
Aún así aguas arriba el meandro continua, subiendo la cota del aporte y
una vez que llegamos al nivel del regato el meandro se estrecha
obligando a realizar escaladas para buscar una continuación.
Tiempo después se desistirá de este empeño por dos razones, una el
descubrimiento del río Macarena y otra la posibilidad de que este
aporte, cuyo sumidero pensamos que tenemos localizado en el exterior,
hacen que sea un trabajo sin muchas compensaciones y que dejaremos como
incógnita para futuras generaciones.
sábado, 14 de marzo de 2020
Torca del Arroyo 29 de Febrero del 2020
La Torca del Arroyo
o PO105 se encuentra en un lapiaz cercano al barranco de Paso Malo, unos 30
metros por encima. Esa baja cota y la proximidad a las puntas de exploración de
la Torca de la Llana de la Len nos hacen soñar con un acceso más rápido a
nuevas galerías en los 450 msnm, cota en la que se encuentran la mayor parte de
galerías de esta zona.
Se trata de una sima en la que se suceden los pozos encadenados hasta -200, entre ellos el Pozo Gandi que es un p100, con algunos meandros estrechos que dificultan el avance. A partir de ahí se abren 2 vías por las que se desciende por pozos hasta una cota de -350 la primera, vía que se termina en un meandro impenetrable y sin aire.
La segunda vía que a través de otro estrecho meandro conecta con otro p100, llamado Pozo Blanco, al que siguen encadenados un p80 y un p40, sumando en la base de ellos alrededor de -430 metros desde la boca. Es esta segunda vía la más interesante debido al aire descendente que se encuentra en el meandro superior al pozo blanco y no lo abandona en todo su recorrido. Una vez en la base del último de los pozos grandes se entra por otro meandro fósil que desciende por dos pozos de 5 y se accede al meandro de las brocas, cuyo paso es muy incómodo porque te obliga a llevar los pies uno por delante del otro. Después varios destrepes cortos y 2 pozos pequeños llevan a la punta de exploración.
No se entraba en esta torca desde Junio del 2019 y se había dejado la punta de exploración en un pequeño aporte a una profundidad cercana a los -460 metros. Allí el regato que cruza la pequeña sala desciende empotrado en una grieta y se desfonda en un pozo de unos 15 metros, tras el cual comienza otro meandro estrecho. Y por encima de la pequeña sala dejamos un meandro fósil que se desobstruía para ver si tenía futuro.
Esta vez se comienza el descenso al Arroyo con un pequeño retraso y después de 2 horas y media se llega a la punta, sobre las 12:30H. Ya abajo Pelos desciende primero el p15 para comprobar la continuación del meandro del regato, seguido de Fredo y Josean, y llega a la cabecera de otro pozo que instala para descenderlo. La estrechez de este meandro no ha dejado progresar al resto que espera a medio camino, así que desciende este último pozo para comprobar que la continuación se vuelve horizontal y sigue cada vez más estrecha. Se deja por impenetrable esta vía que según los cálculos ronda los 330 msnm, unos 10 por encima del río Macarena en la Llana de la Len, por lo que parece se ha llegado al limite freático de la torca.
Se trata de una sima en la que se suceden los pozos encadenados hasta -200, entre ellos el Pozo Gandi que es un p100, con algunos meandros estrechos que dificultan el avance. A partir de ahí se abren 2 vías por las que se desciende por pozos hasta una cota de -350 la primera, vía que se termina en un meandro impenetrable y sin aire.
La segunda vía que a través de otro estrecho meandro conecta con otro p100, llamado Pozo Blanco, al que siguen encadenados un p80 y un p40, sumando en la base de ellos alrededor de -430 metros desde la boca. Es esta segunda vía la más interesante debido al aire descendente que se encuentra en el meandro superior al pozo blanco y no lo abandona en todo su recorrido. Una vez en la base del último de los pozos grandes se entra por otro meandro fósil que desciende por dos pozos de 5 y se accede al meandro de las brocas, cuyo paso es muy incómodo porque te obliga a llevar los pies uno por delante del otro. Después varios destrepes cortos y 2 pozos pequeños llevan a la punta de exploración.
No se entraba en esta torca desde Junio del 2019 y se había dejado la punta de exploración en un pequeño aporte a una profundidad cercana a los -460 metros. Allí el regato que cruza la pequeña sala desciende empotrado en una grieta y se desfonda en un pozo de unos 15 metros, tras el cual comienza otro meandro estrecho. Y por encima de la pequeña sala dejamos un meandro fósil que se desobstruía para ver si tenía futuro.
Esta vez se comienza el descenso al Arroyo con un pequeño retraso y después de 2 horas y media se llega a la punta, sobre las 12:30H. Ya abajo Pelos desciende primero el p15 para comprobar la continuación del meandro del regato, seguido de Fredo y Josean, y llega a la cabecera de otro pozo que instala para descenderlo. La estrechez de este meandro no ha dejado progresar al resto que espera a medio camino, así que desciende este último pozo para comprobar que la continuación se vuelve horizontal y sigue cada vez más estrecha. Se deja por impenetrable esta vía que según los cálculos ronda los 330 msnm, unos 10 por encima del río Macarena en la Llana de la Len, por lo que parece se ha llegado al limite freático de la torca.
Después de
desinstalar este ramal se accede para limpiar el meandro fósil superior que es
la única parte en la que tragaba bastante aire, sospechando que era la
continuación evidente, pues es la manera que tiene de trabajar la torca a
partir del meandro anterior al pozo blanco. Se sigue desobstruyendo algunas
zonas estrechas hasta que Pelos puede pasar unos 5 metros más, y tras romper
una parte que obstruye se queda de nuevo poco más adelante. Se ven después de
un giro a la izquierda que continúa más estrecho, pegando voces no se escuchan
ecos ni nada que indique volumen, por lo que se decide dejar esa incógnita y
recoger el material.
No tenemos que
olvidar que nos hemos pasado la cota de galerías unos 100 metros y tenemos
incógnitas en el ascenso que podrían ser más apropiadas para encontrar la
conexión. Además nos hemos llegado a plantear vivaquear en estos niveles debido
a la paliza que supone bajar, explorar y salir en un día, pero los goteos y el
aire que hay nos cambian la idea rápidamente. Después de limpiar la zona y
recoger el material que vamos a sacar nos alimentamos e hidratamos para coger
fuerzas ya que saldremos de la torca en unas 5 horas con pesadas sacas y sin
apenas agua.
Hemos salido los 3, yo muy enfadado conmigo mismo por encontrarme
ya deshidratado y sin agua en el Pozo Gandi, un poco por falta de previsión ya
que la línea que separa este estado es muy delgada. Al llegar al penúltimo pozo
una botella con agua en un goteo me alegra el mal rato pero aun así los
músculos se quejan y no los puedo regañar, es culpa mía.
Menos mal que al final del día
un buen plato de patatas y huevos fritos a las 12 de la noche con una rica
cervecita, una conversación animada enseñándonos las heridas de guerra hacen
que se nos quiten las penas y olvidemos la dureza de la PO105.viernes, 3 de enero de 2020
Exploración en Porracolina 26,27,28 y 29 de Diciembre de 2019.
Participantes: Ciano, Fredo, Manolo, Gus y Alex.
El día 26 quedamos en el camping de San Roque a las 15:30, como está
cerrado, nos vamos al pueblo; una vez todos reunidos, el Pelos nos dice que no
se encuentra muy bien y prefiere no entrar. Después del café nos encaminamos hacia la
torca.
Sobre las 17 entramos y vamos descendiendo los pozos, pasando el pozo de 60
y antes del 15M, en el meandro, salta un desviador que nos da un pequeño susto.
Llegamos al vivac sobre las 21:30. Cena caliente, risas y sobre todo grandes
expectativas con la exploración de los próximos días.
Día 27. Son las 7:30 y suena el despertador (Ciano), nos levantamos y
desayunamos para ponernos manos a la obra. Salimos en dirección a la zona de
exploración recogiendo material en la sala de la galería de los Torpógrafos.
Descendemos el pozo que nos lleva al río y comenzamos con la topo, que nos
ocupará el resto del día resolviendo las incógnitas pendientes. Dando por
explorado y topografiado ese sector, aprovechamos para hacer alguna foto.
Salimos desinstalando sobre las 19:30.
Volvemos a dejar material en la sala donde lo habíamos cogido por la mañana
y ponemos rumbo al vivac donde llegamos
sobre las 21:30. Cenamos, comentamos las experiencias del día y planificamos el
día siguiente.Ya son las 23:30 y toca ir a dormir.
Día 28. Nos levantamos a las 7:30, (para alguno la noche pareció más corta),
desayunamos y nos dirigimos a buen ritmo hacia la zona de exploración, que en
la anterior entrada había quedado en incógnita por falta de material.
Comenzamos a explorar y topografiar, siguiendo una galería bastante larga, al
final se desfonda en una fractura. En este punto revisamos alguna cosa quedando
dos incógnitas para la próxima entrada. Saliendo, revisamos una galería
paralela descendente que termina en un pozo de unos 10 m. con una pequeña sala
sin continuación.
Una vez revisado ésto, y desinstalado, comemos y nos dirigimos al río a
continuar con la topo. La galería tiene muy buena pinta, pero se termina, con
lo cual, comenzamos a revisar incógnitas; la última, con una trepada un poco
cabrona, nos da acceso a un tubo con corriente de aire que termina en pozo de
unos 8 metros, el cual no descendemos por falta de material. Ya son las 19:00 y
decidimos regresar al vivac. Preparamos la cena y a dormir.
Día 29. Nos levantamos a la misma hora de siempre y comenzamos la salida
hacia la calle, salimos sobre las 15:30. Pelos nos está esperando en el
aparcamiento para bajar a San Roque a rehidratarnos, comer, reponer fuerzas y comentar lo
descubierto. Acabamos de salir a la calle y ya estamos pensando en cuándo será
la próxima entrada.
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