jueves, 12 de febrero de 2015

Al que madruga...


Seis y veinte de la mañana, -3º y todavía es de noche. Una copiosa nevada ha cubierto todo el robledal de un espeso manto blanco. Camino a la boca de la cueva, la nieve delata la presencia  de zorros, libres y tejones. ¡¡Estamos en Reocín!! La naturaleza se resiste a ser definitivamente engullida por la civilización.



Con una sonrisa seguimos las huellas de nuestro amigo el tasugo hasta la boca del Hoyo de los Herreros, ¡parece que hoy compartimos exploración con él!


Cuarenta minutos después, sudorosos, atravesamos el pasamanos del pozo de la unión y la galería Mampostera nos recibe con una buena corriente de aire fresco en el rostro, procedente de la Torca de Juciegu y de quién sabe más.


El plan de hoy era continuar explorando y topografiando las galerías de La Espantada, pero se nos olvidó el cuaderno “acuático” en casa, así que decidimos centrar nuestro trabajo en la Galería de La Liebre. Al final topografiamos unos trescientos metros de pequeños conductos que convergen de nuevo con la galería Mampostera.


Parece que nos hemos quedado sin plan en este sector y ponemos rumbo a revisar unos meandros cerca del final Norte de la Torca de Juciegu, así que “cuerpo a tierra” hasta llegar al pozo de 13 metros que nos deposita en las galerías de Torca Juciegu, en la zona de los Tubos. Apenas 70 metros de topo y… ¡¡otra vez sin tajo!! ¿Qué hacemos? Hace tiempo que dejamos los bloqueadores de pie a la salida de un estrecho y todavía no hemos ido a por ellos, además existen unos pequeños conductos pendientes. ¡Otra vez a caminar! Cuando llegamos a la zona decidimos solventar primero la exploración.





Tras una hora arrastras (qué bonita es la espeleo…!!), la gatera desemboca en un meandro estrecho. Nos motiva una marcada corriente de aire que por momentos nos hace levantar un poco el ánimo, varios intentos de entrar en él resultan inútiles y decidimos tirar de maza un rato. Tras el paso, que conseguimos abrir, continúa un meandro impenetrable no desobstruible. C’est fini!!!


Al rato y otra vez sudorosos, estamos de nuevo en el conducto principal de Torca Juciegu, se nos ha hecho tarde y las cervecitas son mejor tentación que ir a buscar los bloqueadores, pues estos se encuentran a una hora de “pecho-rodilla”. ¡Dicho y hecho! Para la calle.





Dirección hacia El Hoyo de Los herreros, los conductos cada vez son más grandes y cómodos, hasta que giramos hacia el sur para remontar un pozo de 13 metros que nos deposita directamente a la entrada de la gatera donde comienza la Galería mampostera.

¡Otra vez “pecho-rodilla”! ¡¡¡Uff!!!




        Al llegar al pasamanos que da acceso a El Hoyo, una parada nos hace autoconvencernos: estamos muy cerca de las torcas de La Pradería de Barcena. Decidimos jugárnosla y salir por la Nº2. Un rato después jumareábamos por la cuerda empotrada entre árboles en descomposición y arcilla ¡¡vaya miedo!! De hecho, al salir comprobamos que por la Nº1 había un argallo y había caído un árbol…


Salimos hechos unas croquetas y ahora, en nuestro caminar, vamos dejando nuestra huella arcillosa sobre la nieve. Cuando de repente… de nuestros pies salta una “sorda”, última sorpresa del día. ¡Qué ave tan maravillosa! Vienen a nuestras tierras desde Siberia para refugiarse en nuestros “cálidos” bosques y  aquí estamos encantados de recibirlas a “cartuchazos”.   




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