Seis y veinte de la
mañana, -3º y todavía es de noche. Una copiosa nevada ha cubierto todo el
robledal de un espeso manto blanco. Camino a la boca de la cueva, la nieve
delata la presencia de zorros, libres y
tejones. ¡¡Estamos en Reocín!! La naturaleza se resiste a ser definitivamente
engullida por la civilización.
Con una sonrisa
seguimos las huellas de nuestro amigo el tasugo hasta la boca del Hoyo de los
Herreros, ¡parece que hoy compartimos exploración con él!
Cuarenta minutos
después, sudorosos, atravesamos el pasamanos del pozo de la unión y la galería
Mampostera nos recibe con una buena corriente de aire fresco en el rostro,
procedente de la Torca de Juciegu y de quién sabe más.
El plan de hoy era continuar
explorando y topografiando las galerías de La Espantada, pero se nos olvidó el
cuaderno “acuático” en casa, así que decidimos centrar nuestro trabajo en la
Galería de La Liebre. Al final topografiamos
unos trescientos metros de pequeños conductos que convergen de nuevo con la
galería Mampostera.
Parece que nos hemos
quedado sin plan en este sector y ponemos rumbo a revisar unos meandros cerca
del final Norte de la Torca de Juciegu, así que “cuerpo a tierra” hasta llegar
al pozo de 13 metros que nos deposita en las galerías de Torca Juciegu, en la
zona de los Tubos. Apenas 70 metros de topo y… ¡¡otra vez sin tajo!! ¿Qué
hacemos? Hace tiempo que dejamos los bloqueadores de pie a la salida de un
estrecho y todavía no hemos ido a por ellos, además existen unos pequeños
conductos pendientes. ¡Otra vez a caminar! Cuando llegamos a la zona decidimos
solventar primero la exploración.
Tras una hora arrastras
(qué bonita es la espeleo…!!), la gatera desemboca en un meandro estrecho. Nos
motiva una marcada corriente de aire que por momentos nos hace levantar un poco
el ánimo, varios intentos de entrar en él resultan inútiles y decidimos tirar
de maza un rato. Tras el paso, que conseguimos abrir, continúa un meandro
impenetrable no desobstruible. C’est fini!!!
Al rato y otra vez
sudorosos, estamos de nuevo en el conducto principal de Torca Juciegu, se nos
ha hecho tarde y las cervecitas son mejor tentación que ir a buscar los
bloqueadores, pues estos se encuentran a una hora de “pecho-rodilla”. ¡Dicho y hecho!
Para la calle.
Dirección hacia El Hoyo
de Los herreros, los conductos cada vez son más grandes y cómodos, hasta que
giramos hacia el sur para remontar un pozo de 13 metros que nos deposita
directamente a la entrada de la gatera donde comienza la Galería mampostera.
¡Otra vez “pecho-rodilla”! ¡¡¡Uff!!!
Al
llegar al pasamanos que da acceso a El Hoyo, una parada nos hace autoconvencernos:
estamos muy cerca de las torcas de La Pradería de Barcena. Decidimos jugárnosla
y salir por la Nº2. Un rato después jumareábamos por la cuerda empotrada entre
árboles en descomposición y arcilla ¡¡vaya miedo!! De hecho, al salir
comprobamos que por la Nº1 había un argallo y había caído un árbol…
Salimos hechos unas
croquetas y ahora, en nuestro caminar, vamos dejando nuestra huella arcillosa
sobre la nieve. Cuando de repente… de nuestros pies salta una “sorda”, última
sorpresa del día. ¡Qué ave tan maravillosa! Vienen a nuestras tierras desde
Siberia para refugiarse en nuestros “cálidos” bosques y aquí estamos encantados de recibirlas a
“cartuchazos”.
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