Hace tiempo que teníamos pendiente la
revisión y topografía de la zona de la entrada del Hoyo de Los Herreros. La
topografía existente era de hace más de veinte años y su calidad y precisión
distaba mucho de los niveles que alcanzamos con las nuevas herramientas (Dixto,
Autocad, etc.). Por este motivo y porque necesitamos de esta precisión para
unirla al resto del sistema de Joblegón decidimos volver a topografiarla.
La cueva ha sido
utilizada desde tiempos muy remotos por animales y hombres. Diversos estudios
realizados evidenciaron la presencia de ocupación de la cavidad por parte del
hombre en diferentes épocas, pero lo que más llama la atención son los cientos
de marcas, quizás miles, de antorchas en las paredes.
En
un principio, algunos quisieron ver en ellas una representación de arte
rupestre (esquemático abstracto), pero parece más probable que se trata de intentos de limpieza del hollín
de las antorchas. Esta última opinión cada día está más aceptada por el mundo
arqueológico, ya que marcas similares de cuevas cercanas han sido datadas con
carbono 14 y ofrecían edades de la época Visigoda (siglo VII).
¿Quiénes y por porqué? Sigue
siendo un misterio, ¿Se refugiaban de invasiones violentas? ¿Eran forajidos? ¿Espeleólogos?
Una cosa está clara, tenían una motivación bastante fuerte, puesto que sus
marcas las hemos encontrado en lugares sorprendentes (laminadores, gateras,
meandros…).
Cada vez que
progresamos por la cueva, en nuestro ir y venir a nuestras exploraciones,
sientes que allí hubo vida, cada rincón lo delata con algún detalle.
Bajo estas
circunstancias comenzamos el sábado nuestro trabajo. En la misma boca, la cueva
se divide en dos, hacia el Este, que ya lo habíamos topografiado y revisado, y
hacia el Oeste. A los pocos metros de la
entrada, estuvimos enfrascados un buen rato en una red de diaclasas y meandros,
algunos estaban representados en la antigua topo y otros no. En esta zona
dejamos un pozo pendiente por descender, ya que el material de verticales lo
teníamos en otra zona de la cavidad.
Volviendo a la galería
principal y en un piso superior que forma ésta nos encontramos la primera
sorpresa del día: ¡una osera y zarpazos de oso de las cavernas! Desgraciadamente
todo muy degradado y pisoteado por las visitas que en su ignorancia no
prestaron atención por donde estaban caminando.
Durante el resto de la
jornada aparecieron más y mejor conservadas en otras galerías de la cueva,
algunos conjuntos de zarpazos espectaculares.
En
otra red lateral nos quedó pendiente otro pozo por descender, finalmente topografiamos un sin fin de
pequeños conductos. En la galería principal llevamos la topo hasta el comienzo
del laminador, que es lo único que resta para unirlo con el resto del sistema,
si bien ya realizamos una poligonal exterior desde la boca hasta la Torca de Juciegu.
La topografía ya se
acerca a los diez kilómetros y la unión con otras cavidades es factible. Actualmente
el sistema posee cuatro entradas, pero nuestra esperanza es la unión con Torca
Gato, lo que daría un sistema de aproximadamente 30 Kilómetros de
recorrido, todo una sorpresa para esta zona, a priori, tan modesta. Veremos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario