Participantes: Josean, Fredo, Manolo y Ciano.
Han pasado ya casi tres meses desde la última entrada a la PO 27 en la que se realizaron varios descubrimientos de importancia. En esta salida de fin de semana se atacarán las diferentes incógnitas que aparecieron en la galería Del Coral. El descenso se realizó como siempre, con calma y retocando pequeñas cosillas de la instalación. En este caso sustituimos los mosquetones del Juanín Y Bedolla por maillones. Los días de lluvia habían dejado goteos de importancia a lao largo del descenso, que intuíamos iban a aumentar con las lluvias previstas.
Al día siguiente, preparamos el material y
salimos para la galería del Coral con cuerdas y anclajes para atender los
posibles pozos y pasamanos.
Recuperamos todo el
material de la escalada y dejamos únicamente la vía de ascenso equipada lejos
de la caída de piedras.
La primera incógnita
se encontraba en la misma entrada de la galería, Es un pozo que se abre en
mitad de la galería y que no fue bajado. Se instala por la izquierda con un
primer resalte de unos 10m que antecede la presencia de los bloques
desprendidos de la galería que bloquean la visión. Tras los bloques aparece
otro pozo y un goteo que lo riega de manera importante y que hay que evitar. A
continuación, hay otras dos tiradas de 5 y 18m poniendo pie en el fondo.
Del mismo fondo aparecen dos meandros opuestos de
poca envergadura, que no dieron más que 3 y 15m de desarrollo.
Se desinstala la vía y continuamos a la siguiente. Que es la entrada paralela a la gatera sopladora. Se eliminan algunos obstáculos y se pasa , confirmando que se une a la galería principal.
Seguimos avanzando reequipando algún resalte y alcanzamos el punto 23 donde se dejó una gatera lateral. Allí se revisa y se verifica la unión con la galería donde comimos la vez anterior y con otro volumen importantísimo que se puede alcanzar desde el balcón del punto 30. Se siente corriente de aire entrante. Después de tomar un
punto de referencia para cerrar la poligonal en este sector, vamos al Balcón
desde el que cerramos la poligonal e iniciamos el descenso al fondo de la gran
galería, que desde ahora se llamará de Los Torpógrafos.
Bajamos el resalte
de unos 10m y la galería tuerce a la izquierda, descendiendo fuertemente y muy
grande de dimensiones. En ese descenso, llegamos a un nuevo resalte de unos
30m, con una gran sala como base. Allí empezamos a oír el ruido de un río.
Como había varias opciones,
nos decidimos por la más grande, una galería ligeramente descendente, de buenas
dimensiones y con bloques. Siguiendo el sentido de lo más evidente, terminamos
en un taponamiento de barro sin corriente de aire, aunque dejamos un par de
posibles continuaciones, que no atendimos por necesitar la instalación de
material. Quedan pendientes. Regresamos a la sala y buscamos la continuación
del río por una de las opciones posibles.
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